El 29 de septiembre se conmemora el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos (PDA), y nos lleva a reflexionar sobre el impacto que tiene en la humanidad además de todos los estragos que causa la falta de acceso a alimentación saludable. La pérdida y desperdicio de alimentos contribuye en un 8% a las emisiones globales de gases de efecto invernadero, y cuando los alimentos se desaprovechan, también implica que agua, tierra, energía, mano de obra y capital involucrado en toda la cadena de producción y suministro son desaprovechados y degradados.

En el Perú, se estima que se pierde o desperdicia 12.8 millones de toneladas de alimentos cada año: 13% se pierden desde la cosecha hasta antes de la venta minorista y el 17% se desperdicia desde la venta minorista hasta las manos de consumidores finales. Además, Perú presenta un índice de 51% de personas viviendo en inseguridad alimentaria, equivalente a 16.6 millones de peruanos, siendo la tasa más alta de Sudamérica, y peor aún, en algunas partes de la Amazonía el 70% de la población tiene anemia.

Como parte de nuestro compromiso con la salud integral y la seguridad alimentaria en la Amazonía peruana y, específicamente, en Purús, estamos trabajando en un biohuerto con especies no nativas. Esto producirá alimentos que beneficiarán a las comunidades nativas de manera directa, y también el aprendizaje adquirido será compartido para que las comunidades nativas lo añadan a las técnicas que ya practican, con la finalidad de optimizar su producción y minimizar las pérdidas en las cosechas.

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