El 16 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Alimentación. Esta fecha nos invita a reflexionar sobre la necesidad de asegurar que todas las personas tengan acceso a alimentos de calidad y nutritivos.

En el 2022 se registraron al rededor de 16.6 millones de peruanos en inseguridad alimentaria, ubicando a Perú en el país con mayor inseguridad alimentaria en Sudamérica, según la ONU. A pesar de ser un país con una gran diversidad de recursos naturales y una rica tradición culinaria, la inseguridad alimentaria cobra mayor relevancia en las zonas más pobres de nuestro país, en especial en las comunidades nativas, donde el acceso a alimentos frescos y nutritivos es complejo.

La inseguridad alimentaria en las comunidades nativas tiene un impacto perjudicial en la salud y el bienestar de sus miembros, particularmente en los niños. Los hábitos alimenticios se establecen en la niñez temprana y ejercen un impacto en la salud a lo largo de toda la vida. La falta de acceso a alimentos balanceados puede llevar a la desnutrición, la anemia y otros problemas de salud que afectan el crecimiento y desarrollo de los niños, así como su capacidad para aprender y prosperar.

En el Día Mundial de la Alimentación, es importante recordar que el acceso a una alimentación de calidad es un derecho humano fundamental. Garantizar el acceso a alimentos saludables en las comunidades nativas no solo es una cuestión de salud, sino también de preservación cultural, desarrollo económico y sostenibilidad a largo plazo.

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