En el Día de la Infancia, es crucial reconocer las experiencias únicas de los niños y niñas de las comunidades nativas amazónicas, quienes crecen en un entorno en el que la naturaleza y la cultura están intrínsecamente conectadas.

Para estos niños, la Amazonía es más que un hogar; es un aula viva donde aprenden las prácticas y tradiciones pasadas por generaciones. Sin embargo, enfrentan desafíos significativos debido a amenazas como la deforestación, el cambio climático y la falta de acceso a servicios básicos, que ponen en riesgo su bienestar y desarrollo.

Este Día de la Infancia, reafirmamos la importancia de proteger a estos jóvenes, garantizando que sus derechos a la seguridad, educación y un ambiente saludable sean prioritarios.

Debemos trabajar para que puedan seguir siendo custodios de sus tierras y culturas sin tener que sacrificar su infancia. Proteger a los niños y niñas de las comunidades nativas amazónicas es proteger el futuro de una de las regiones más vitales y diversas del planeta.

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